viernes, 1 de febrero de 2019

¿Por qué ahora se encuentran más ubicaciones del hoyo sobre las pendientes de los greens?

Alla por Abril del 2016 se preparó el siguiente boletin respecto a ubicacion de hoyos y velocidad de greens.

Aquí va el texto de ese boletín;
Los greens del JCS se consideran lentos (6 pies)
Lento
 4.5 pies (1.4 m) 
Medio
 6.5 pies (2.0 m) 
Rápido
 8.5 pies (2.6 m) 
Pero esto no es necesariamente algo negativo como lo explica el artículo de TGM en su número 127:

En su columna habitual para la revista Golf Australia, Geoff Ogilvy, quien fue ganador del Abierto de Estados Unidos en 2006, expone sus argumentos en favor de greens más firmes y más lentos. Aclara, no obstante, que los greens no deberían ser tampoco demasiado lentos y defiende su posición enumerando algunos beneficios significativos dela producción de superficies más firmes y lentas:
· Más diversion, con una variedad mayor de ubicaciones de bandera posibles en pendientes, que son imposibles de utilizar si los greens son demasiado veloces.
· Recuperación de la intención original del diseñador del campo, quien puede bien haber pensado en ubicaciones de hoyos sobre pendientes que se perdieron a causa de la fijación del deporte por la velocidad delos greens.
· Posibilidad de brindar a los jugadores greens más firmes, que tienen un mejor rendimiento en todas las condiciones climáticas.
· Ofrecer al greenkeeper un mayor margen para relajar los regímenes de corte, reduciendo el estres del césped y la intensidad de las prácticas de manejo requeridas para controlar ese estrés.
La R&A defiende desde hace muchos años los greens más firmes, si bien el nivel de firmeza debe reflejar el diseño y la ubicación de los greens. El Sports Turf Research Institute (STRIJ) ha reconocido este requisito al definir rangos objetivo tanto para los campos links como para los campos parkland.
Respecto de la firmeza, los rangos recomendados por el STRI son de 100 a 150 gravities para los links y de 85 a 110 para los campos parkland, utilizando un martillo de impacto de Clegg para medir este parámetro. A estos niveles de firmeza, los jugadores de golf deberían poder detener una pelota en un green si hacen un tiro razonablemente bueno. Sin embargo, tal vez deban picarla en el antegreen sobre los campos de links más firmes y hacer rodar la pelota hasta la superficie del green, pero esto es parte integral del juego de golf de links.
Existe alguna evidencia de que los greens muy veloces pueden volver más lento el juego, porque hacen que los jugadores empleen más tiempo en los putts, en particular los más cortos. ¡Y muchas veces también hacen un mayor número de putts!
En una era en la que el ritmo del juego y la extensión de una vuelta de golf son considerados ambos partes importantes del debate de participación, algo tan simple como alentar los greens un poco podría ser un aporte positivo. Una medida como ésta también podría ofrecer a los jugadores un mayor disfrute del juego, lo que los llevaría a querer jugar más seguido.
Si bien la carrera por el ritmo del juego aún sigue de moda, continúa habiendo una correlación directa entre las superficies de green más veloces y el hecho de que los diseñadores tengan que producir superficies más planas o más amplias para conseguir suficientes áreas planas para la ubicación del hoyo. El approach más firme y lento podría favorecer más al diseñador, dándole mayor libertad para incluir pendientes y contornos (si bien no demasiado empinadas). Esto a su vez generaría más interés entre los jugadores, quienes tendrán que ser más hábiles en su lectura de la línea al igual que en la velocidad de un putt.
Los greens más firmes también tenderían a conducir a superficies que drenan mejor. Esto beneficiaría tanto a los jugadores, quienes podrían utilizar más superficies dentro del green, como a los greenkeepers quienes podrían trabajar sin el obstáculo de la preocupación por controlar un green blando.
Los clubes de golf también se beneficiarían desde una perspectiva financiera al tener un mayor acceso a los greens durante e inmediatamente después de un clima inclemente. Otro potencial efecto de una conversión a greens más firmes y lentos podría ser la rehabilitación del Stimpmeter. Muy difamado, especialmente por algunos greenkeepers, este dispositivo podría retomar a su propósito original como una ayuda para manejar la consistencia tanto dentro como entre las superficies de cada green, en lugar de ser considerado un instrumento para medir la carrera en la velocidad de los greens.
Las víctimas de la actual carrera por la velocidad no son solo los arquitectos de campos de golf, cuyo arte se ha visto comprometido, sino también los jugadores, parados nerviosamente ante un putt de 3 pies a la expectativa de un putt de regreso aún más largo si yerran al centro del hoyo.
Los greenkeepers también sufren, ya que tienen la carga de las expectativas poco realistas sobre la velocidad de los greens durante todo el año. El césped de las superficies de los greens también se ve afectado por un programa implacable dirigido a producir greens veloces, lo cual generalmente se enfoca en un corte extremadamente bajoEl cambio hacia superficies más firmes v lentas, más aceptables, sin duda disminuirá el estrés que pesa tanto sobre el greenkeeper como sobre el césped.
Un cesped sano, dominado por especies de cesped de buena calidad, ha sido con demasiada frecuencia sacrificado en pos de un poco más de velocidad de greens. Esto, a su vez, ha resultado en un estilo de manejo de césped que tiene que ver más con apagar incendios que con la sustentabilidad. Todos hemos visto numerosos ejemplos de esto.
Para producir velocidades de greens consideradas aceptables en el contexto actual, y también para abordar las limitaciones de la Poa annua, los greenkeepers han debido recurrir a regímenes con una nutricion y riego relativamente elevados que son una condena para los céspedes de mayor calidad. Para controlar la cantidad de thatch producida como consecuencia de estas acciones, también deben emplear prácticas de aireación, escariticación y topdressing agresivas que suman estrés para el césped.
Indefectiblemente, este ciclo de nutrición y tratamiento rígido es intercalado con aplicaciones regulares de fungicidas para contrarrestar los surgimientos de enfermedades a causa del estrés. Continuamente se produce y es un ciclo que claramente no hace nada por la reputación del juego entre los medioambientalistas, los gobiernos o el público en general. De hecho, podría decirse que la severidad de la legislación sobre pesticidas de la que estamos siento testigos actualmente, en particular en Europa, donde en algunos países se han predicho prohibiciones absolutas para dentro de 10 años, es en parte una consecuencia de este enfoque sobre el manejo del cesped y la velocidad de los greens.
Del mismo modo, en gran medida, en que difundimos el mensaje de que los campos con cesped verde y suculento no son tan deseables, también deberíamos persuadir a los jugadores de golf de que los greens ultra rápidos, y las consecuencias de aspirar a ellos, no se encuentran en línea con lo que es mejor para los greens o para el deporte mismo.
Por el contrario, lo que si deberíamos estar haciendo es darles a los greenkeepers la oportunidad de mostrarlo que pueden hacer con los mejores céspedes que tenemos a disposición hoy. Necesitamos permitirles promover a estos céspedes porque, si lo hacemos, el golf y los jugadores se beneficiarán y a la larga obtendremos una rentabilidad sobre la enorme inversión en programas de producción de césped que el deporte ha apoyado en los últimos 40 anos.
Dejémosle la última palabra sobre el tema a Geoff Ogilvy, quien defiende esta postura tan bien: “En mi opinión, ellas (las velocidades de los greens) son, en términos generales, demasiado elevadas". Así escribió en lo que fue una muy bien recibida contribución al debate por la velocidad de los greens. "Hemos superado el umbral en el que las velocidades son sensatas y conductivas a un golf que es disfrutado por la amplia mayoría de los jugadores”

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